El mejor García... La mejor Oreja

Se nos acabó la travesía hasta septiembre.

Nuestro crucero está atracado en puerto y es que, cada año tenemos por estas fechas un parón mediático para ampliar las instalaciones.

Gracias a vosotros cada vez somos más y más, y las travesías, sin duda, mejores que las ya vividas.

Contigo, lo mejor está por venir.

Con el verano, no sólo llegan nuestras vacaciones sino que también llegan los conciertos a esta ciudad costera perdida en el atlántico.

Hoy me detengo en dos: Manolo García el pasado seis de julio y La Oreja de Van Gogh el pasado siete.

El de Poblenou (BCN) inauguraba para nosotros "Las Noches del Foro" en el Foro Iberoamericano de la Rábida (Huelva) dónde cada año se dan cita lo más granado de la música nacional e internacional.

Este, posiblemente sea el año donde más tiramos de lo nuestro, pero sin perder la calidad que año tras año trae consigo estas maravillosas noches.

La que suscribe esta crónica, si tuviera que hablar en tintes personales, diría que no es muy acérrima de las canciones de García. Que conoce su carrera, sus canciones y que incluso es capaz de saberse alguna que otra letra completa... pero que si se tuviera que detener en un álbum para recomendar no sabría qué contestar.

Dicho esto, y con toda mi conciencia digo: Desde el seis de julio me declaro fan de Manolo García. Al menos, del "Manolo García" que yo viví en directo.

Un señor de casi 57 años, recientemente operado de una complicada apendicitis la cual le obligara incluso a cancelar parte de su gira y con un cuidado y un mimo al público que yo, jamás había vivido en un concierto. Y créanme señores, que no son pocos.

Cuenta con uno de los mejores directos que a día de hoy se pueda escuchar encima de un escenario y eso, como muchos dirán, posiblemente lo dé las tablas. (Conozco a más de uno que llevan la vida encima del escenario y aun no son capaces de modular una nota)

Casi 3 horas de clásicos, de nuevos, de pop, de rock e incluso un cierre por rancheras, hicieron de la noche algo mágico. Un recorrido por la vida y obra de un García con tantas ganas de escenario como cuando "Los Burros" eran su mejor aliado.

El pintor de canciones entre sus amigos del público es algo digno de ver.

Como dijera Alberto Vázquez Figueroa en uno de sus libros: "El mundo está allí y hay que verlo... y yo, lo he visto"

El siete de julio en el mismo recinto y con motivo de los Sinfónicos 2012 llegó el turno de los de San Sebastián.

Lo reconozco: yo soy y he sido muy orejera (con matices)

Matices: no me gustaba para nada la voz de Amaia Montero, ni su estilo a la hora de cantar, ni el de moverse por el escenario, ni el cómo se dirigía al público. Yo siempre he sido muy rara. Puedo decir, que a mi modo de ver, el fallo de La Oreja era Amaia.

De la oreja me gustaba su sencillez, su facilidad de canciones de a pie, el vender su ciudad a ojos de todos como algo cercano, los sonidos que se quedan en la memoria aunque no quieras, el tararear constante de canciones, el mezclar de cuerdas, percusión y sintetizadores sin que sea un sacrilegio, y porque seamos realistas, La Oreja de Van Gogh como banda representante del Pop Electrónico nacional, es una buena banda.

También he de reconocer que la mezcla de una orquesta sinfónica junto con el teclado de Xabi San Martín me asustaba un muy mucho ¡Cómo estaba de equivocada!

Fue uno de esos conciertos que aunque no te gustara la banda, aunque no te gustaran las canciones, aunque no conocieras ni un ápice de alguna letra, habrías salido de él con un buen sabor de boca. Y a los hechos me remito, ¡que le pregunten a mi hermana!

Un recorrido por su trayectoria musical desde "El Viaje de Copperpot" a "Cometas por el Cielo" ya que, curiosamente no tocaron ninguna canción de su álbum debut "Dile al Sol" (yo eché de menos Soñaré...)

Cabe resaltar las canciones más aplaudidas de la noche: Jueves, con Leire Martínez sola sobre el escenario junto a la Orquesta Sinfónica del Liceo de la Música de Moguer y Paloma Blanca, con toda la banda sentada sobre las cajas del backline e incluso algunos cambios instrumentales: Pablo con un Ukelele (¡Me has ganado Sr. Benegas! Tenemos el mismo buen gusto en Ukes) y Haritz al cajón.

Innumerables cambios de ropa por parte la voz líder de la banda, con anécdota Inditex y etiqueta includa.

El broche de oro vino con "Cometas por el cielo" y un tremendo dolor de garganta por mi parte.

Disfruté como una enana.

Podéis ver el resto de fotos en la Galería Flickr del Club de Fans de La Oreja de Van Gogh.

Unos chicos que hacen una labor increíble y que están a la sombra de la banda sin recibir uno sólo de sus aplausos.

¡Yo os aplaudo desde aquí! 

 (click en la imagen si queréis ver el resto de fotos)

Seguimos contando, seguimos cantando.

Besos, abrazos y vueltas de campana

Se les quiere de gratis

L.